martes, 6 de septiembre de 2016


Voy a volver, comenzaré con este concierto que hace muchísimos años, en mi vida anterior me gustaba pero que no sabía apreciar.


 Voy a comenzar con él porque pertenece a mis otros años y, cómo un recuerdo postmortem se levanta, un recuerdo que no me había atrevido a aceptar, pero que, para comenzar tendré que someterme a la revelación que viene a gritarme desde el pasado.

 ...Soy torpe... Escribiendo... más que antes, o quizás ahora me doy cuenta.
 
Pero no deseo volver, no quiero volver a esos años de horror, de incertidumbre, años de pena...

 Tampoco puedo llorarles...
 ¿Pero cómo los supero?

 
Vuelvo a escribir porque, otra vez, no hay con quién hablar. Mis palabras se quedan cortas para los escuchas y no son capaces de expresar todo lo que tengo que decir. Así, que, como alguien que ha estado en coma por muchos años tengo que rehabilitarme en este ejercicio, tengo que entrenarme de nuevo, sin tener una meta fija, sin vislumbrar un faro.

 

Para creármelo, quizás.


...La música...

 

Una herramienta nueva se ha instalado en mí.
Una herramienta nueva que no tengo la pericia para manejar.
Un lenguaje, que vislumbro, pero no conozco.
Una llave, que no controlo.
Que cuya puerta desconozco.

 

Yo en la música...
Una bruja que se equivoca de hechizo,
que se equivoca de frasco.
Torpe,
Inculta.

 

Me encuentro tambaleante en su estudio,
Principiante,
Balbuceante.

La música...

Mis planes...

¿Quién puede hacer planes con herramientas recientemente descubiertas? 

me imagino como un elefante sobre una cuerda
Tratando de pasar sobre el abismo.
la cuerda, puede ser la música.
la cuerda puedo ser yo misma.